Blanco Ala

Cuantas veces entregamos nuestra alma, la dejamos al resguardo de terceros, la ponemos en sus manos, la desnudamos sin desnudarnos.
Cuantas voces se levantan en contra del uso del cuerpo, restringen su goce, lo denigran; mientras exoneran con tan solo un par de oraciones la suciedad que inunda el espíritu.

Te puedo mostrar mis miserias, pero por favor date vuelta que me debo cambiar.
Te hundo en mis sueños, pero no fantasees con mi placer.

Y así seguimos, resguardando el manjar de los gusanos, mientras nuestro lado eterno se ensucia libremente.
Quizás ahí radiqué el motivo por el que nos desbordan los comerciales de jabón en polvo.

Por eso es que hoy quiero brindar por una vida con más polvo del bueno, jabones en pastillas y alas abiertas que nos lleven a cumplir mas fantasías.

Wor(l)d

El mundo es un pañuelo. La vida es muy corta. La plata nunca alcanza.
Las quejas se mezclan entre sorpresas y confusiones.
Es que siempre existieron expresiones unificadoras y otras que tendieron a deprimirnos, agotarnos, diluirnos, hasta separarnos.
De hecho somos tan solo una gran expresión, apreciada por algunos, denostada por otros, que conforma nuestra realidad de verdades diarias volcadas al universo y que terminan lloviéndonos con vehemencia.

Sin duda el don del habla nunca lo supimos aprovechar. Es el gran caballo de Troya que nos ofreció la creación y nosotros lo tomamos porque “a caballo regalado…”

Si analizáramos cada palabra antes de vomitarla, nuestra realidad sería muy distinta. Pero es casi imposible. Somos presas fáciles del boca en boca. Nos movemos sobre un diccionario sin edición lleno de baches y faltas de ortografía.
Nos vanagloriamos de lo que decimos que hicimos aunque no lo hayamos hecho.
Nos resignamos a escuchar lo que los otros nos quieren mentir.
Total, que otra nos queda. Es que no hay lugar hacia donde escapar; no te olvides que el mundo es un pañuelo, la vida es muy corta, y encima la plata nunca alcanza.

Head Runner

No puedo detener mi cabeza.
Mis piernas están trabadas, mis brazos atados, pero mi cabeza aún continúa corriendo en busca de un lugar sin preguntas; instintivo, carnal; donde no haya títulos, ni prejuicios, ni espejismos.
Un lugar real en el que pueda perderme, para poder encontrarme.
Un lugar sin mandatos ni culpas, con cuerpos desnudos, vinos espumantes, espejos de aguas cálidas bajo las estrellas, y amores reales de los que no exigen, porque prefieren dar.
Quizá no sea un lugar, quizá sea sólo un momento.
Aún no lo sé, pero mi cabeza sigue corriendo.

A un segundo de la estupidez

Tan sólo un segundo te separa de la vida.
Tan sólo un segundo te separa de la muerte.
En tan solo un segundo tu suerte puede cambiar para siempre;
y en menos de un segundo tu luz puede llegar a encandilarme.

Tan sólo un segundo, y el rico será pobre, y el pobre será rico.
Tan sólo un segundo, y los ángeles se confundirán con los demonios;
y los inteligentes lo harán con los imbéciles;
y los que te aman con los que te lastiman.
En tan sólo un segundo, todo, absolutamente todo, puede cambiar.

El día contiene ochenta y seis mil cuatroscientos segundos.
Que dios me ayude.

Una muzza para mi musa

Que nos lleva a dejar las cosas para más adelante?
Porqué soñamos con un éxito futuro, si en realidad tendríamos que estar pensando en obtenerlo hoy.
Es tan fácil dejar al destino que organice el puzzle, que preferimos mirar la tele mientras este trabaja.
Estamos de paso. Pero por favor dejemos algo.
O en todo caso, no molestemos, ni nos riamos de los que al menos lo intentan.

“El sueño viene por la noche cuando trabajás durante el día.
El día viene por la luz que nos regala el astro rey.
Y yo vengo por un par de porciones de pizza”

No todo es arte, ya lo sé. Pero sí muchas veces nos paramos en nuestros prejuicios para criticar a todo el mundo. Y a nosotros mismos, por supuesto.

O acaso no somos parte del mundo?