Al acecho de formas que acomoden mi entendimiento.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Segundos afuera

¿Sabías que los sicólogos no se llevan con los ingenieros?
Quizá por la eterna lucha del “esto es así”, contra el “¿estás seguro que es por eso?”.
Pero no son los únicos.
A los ciegos tampoco les gustan los sordos, quizá este ejemplo sea mucho más gráfico.
En realidad estamos cocidos a choques, a odio lento, a pasión que deriva de padecer, de sufrir.
En el momento en que nos engendran, los fuegos internos arden a la mayor temperatura jamás imaginada. Nuestro magma explota y se sofoca en un mar que sólo buscará apagarlo. Uno a uno.
Solo el gran luchador llegará. Ese nadador agotado obtendrá como premio un encierro de nueve meses, que lo devolverá a la libertad tras un breve chirlo en la cola.
Y los hermanos, los compañeros, los amigos y las novias.
Todo es un gran choque disfrazado de armonía, y entonces llega el momento de elegir que hacer el resto de nuestra vida.
Y uno solo termina eligiendo la medida del contrincante con el que se quiere pelear.

jueves, 3 de septiembre de 2009

En vos confío

Que tiene de bueno ser el hijo de Dios si no podés disfrutar su herencia en la tierra, el único lugar en el que no todos somos iguales.
Que tiene de bueno ser la nueva iglesia, si seguimos adorando ídolos de barro.
¿Porqué nos piden sacrificios si lo único que necesitamos es amor?
All you need is love, soñaba, y lo mataron.
Ámense los unos a los otros, decía, y lo crucificaron.
¿Será que dudan de su propio cielo? Y entonces nos piden dolor, arrepentimiento, culpa, penitencia.

El amor podrá mover montañas, pero nunca gobernar.

Gobierno y corazón son antónimos, aunque uno de ellos insista en desmentirlo.
El otro, pobre, cree que quizá exista una luz de esperanza y que puedan llegar a sinonimarse.
Allá ellos.

Dicen que nunca un perro mira al cielo, será porque temen no encontrar respuesta.
In god we trust, but in nobody else.

Cazadores furtivos