La furia me envuelve por no poder quebrar al miedo.
Todo es débil frente a mi palabra. Todo es sutil, bajo mis manos.
Pero el miedo está, y se queda para burlarse de mi fuerza.
Entonces dudo, para luego recién existir.
Una vida tibia, marcada por lo que debería y no por lo que quiero; una auténtica bosta correcta que hiere mi más profundo sentido de la libertad.
Sin embargo me mantengo en esa línea absurda, mostrando mis músculos, desafiando a rivales menores, enseñando mis dientes a todos, menos a mis propios miedos.
Me aterran, me dominan, me invaden, y mientras tanto me hundo en silencio.
No quiero apagarme en la mediocridad. No quiero consumirme en el miedo.
Al acecho de formas que acomoden mi entendimiento.
lunes, 2 de agosto de 2010
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5 comentarios:
El miedo es esa bestia pestilente, desafiantemente inmunda que todo el tiempo quiere comer de nuestra carne.
No hay cabeza que los domine. Es una mentira eso.La única forma de sacarlos es dándoles muerte con nuestras propias manos.
Su sangre caliente en nuestras manos.
Besos
(siempre un placer de leer tus pensamientos que me apropio por ser tan míos)
Lila.
Delicado equilibrio narrado con profundidad, una prosa que asusta por su claridad oscura.
Un lujo reflexivo...
ay! no quedo mi comentario matinal?
despues de leer este impresionante texto tuyo, escribi ese mío que puse hace un rato.
Marcos, que placer leerte! Al leerte siempre me leo.
besos.
Lilus: El placer es mio al haber logrado que te identificaras tanto con este texto.
Y quiero agradecerte la generosidad de tu cita. Prometo no dejar pasar tanto entre post y post. debo hacer honor a tanta publicidad vertida en tu blog.
Beso y gracias por estar.
1600: el lujo es que vuelvas a las pistas!
El miedo paraliza. También existe el miedo al miedo.
"Una vida tibia, marcada por lo que debería y no por lo que quiero; una auténtica bosta correcta que hiere mi más profundo sentido de la libertad".
Salutes!
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