Al acecho de formas que acomoden mi entendimiento.

martes, 19 de enero de 2010

A un segundo de la estupidez

Tan sólo un segundo te separa de la vida.
Tan sólo un segundo te separa de la muerte.
En tan solo un segundo tu suerte puede cambiar para siempre;
y en menos de un segundo tu luz puede llegar a encandilarme.

Tan sólo un segundo, y el rico será pobre, y el pobre será rico.
Tan sólo un segundo, y los ángeles se confundirán con los demonios;
y los inteligentes lo harán con los imbéciles;
y los que te aman con los que te lastiman.
En tan sólo un segundo, todo, absolutamente todo, puede cambiar.

El día contiene ochenta y seis mil cuatroscientos segundos.
Que dios me ayude.

4 comentarios:

Lila Biscia dijo...

simplemente, hermoso.

pd: sí, kill the hamster! je

Juan Marcos dijo...

Gracias Lila por tus reiterados elogios,
and KILL 'EM ALL!!!!

1600 Producciones dijo...

El tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos quedan, dijo, el hombre-genio de los bigotitos raros, ud. decoró esta frase con letra de la grande, a un segundo de la genialidad.

Saludos efímeros pero no perecederos.

Juan Marcos dijo...

Quién diría que desde la lejanía, se detendría a la vera del camino para confirmarme que "ya nadie va a escuchar tu remera", dejándome tranquilo por la impereceridad (si es que se me permite el anglisismo) de su buen gusto por la frase y la letra entrecruzada.

God bless you

Cazadores furtivos