Al acecho de formas que acomoden mi entendimiento.

martes, 9 de marzo de 2010

Dead or alive

A ver si entiendo un poco.
El día tiene solo 24 horas, pero cada una de esas horas tiene una duración relativa.
El secreto estaría en hacer que siempre duren más, que se pase lento, que cada minuto se transforme en una eternidad.
No sé. Quizá sea una solución para poder hacer todo lo que quiero y no puedo, todo lo que quiero y ya hago, todo lo que no quiero pero no me queda otra y todo lo que seguramente algún día haré pero aún no es el momento.
Mi experiencia dice que el tiempo pasa despacio cuando uno se aburre.
Esa es, sin duda, una de las peores trampas que nos ha creado el universo.

“Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”.
Quizá estemos frente a la frase peor interpretada de la historia.
Veamos.
Quién estipula qué es rápido y qué es lento.
La juventud o la vejez (salvo extremos insalvables) se torna cada vez más difícil de delimitar.
Y ni hablar de los parámetros que envuelven a la belleza.

Por eso, vivamos rápido hasta dejar que el tiempo se nos escurra entre los dedos. Cien años se pasan volando y si los viviste bien, la sonrisa que irradiarás será eterna.
Tus ojos brillarán tanto que quizá, los desentendidos de siempre, lleguen a confundir tu luz con lágrimas de nostalgia. Pero ya no te va a importar, porque en realidad nunca te importó.
Es que no hay nada más bonito que dejar un cadáver luminoso, casi fluo, para enceguecer a los cuervos.

3 comentarios:

http://1600producciones.blogspot.com dijo...

Exquisita vehemencia discursiva para destruir las palabras-celdas que intentan encasillar.
Respetos + Saludos

Juan Marcos dijo...

Mis respetos hacia usted, y aqui quedo a la espera de una luz que guíe mi horizonte cinéfilo.

Lila Biscia dijo...

Señorito marcos, no deje que el capitalismo devore los momentos de escritura que nos regala!

Besos!

Cazadores furtivos