Es tan fácil sentirse ajeno a sus vidas!
Verlos es transformarlos en extras de la nuestra.
Imaginar sus formas de pensar, sus dolores, sus falencias, sus dones,
es una tarea ciclópea; un sinsentido para una reflexión que nos
atraviesa en tan solo segundos.
Es bueno que no sufran (pienso). Vidas perfectas que inundan un
parque plagado de actores.
Mi mente volvió a equivocarse: eran personas.
Errores como este suelen arrastrar al pensante hacia un infierno de
sinrazón, de consecuencias devastadoras.
Pero igual miro. No lo puedo evitar.
Al acecho de formas que acomoden mi entendimiento.
viernes, 26 de junio de 2009
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